Wendell Francisco Rivera Narváez, estaría cumpliendo 21 años de edad, pero su vida fue arrebatada hace 4 años por la dictadura de la familia Ortega Murillo.
La noche del 22 de junio de 2018, Wendell Francisco Rivera Narváez, de 17 años, fue herido de muerte por un disparo en la cabeza en el barrio Santa Elena de Managua, vecino a la Universidad Agraria. Regresaba a su casa después de jugar fútbol en compañía de amigos y de Reynaldo José, su hermano mayor, cuando aparecieron dos camionetas llenas de policías y hombres encapuchados, disparando hacia varias direcciones.
Aunque los hermanos Rivera iban caminando juntos, el mayor detectó el peligro y obligó al menor a marchar adelante, para que buscara refugio. Un policía lanzó una granada aturdidora que hizo caer al suelo a Reynaldo, mientras Wendell logró esconderse en el porche de una casa cercana. Cuando el mayor logró incorporarse fue rodeado por más de 15 policías que lo golpearon y patearon, situación que hizo que el hermano menor saliera de su escondite para defenderlo y suplicarle a sus atacantes que los dejaran irse para su casa.
Con las manos en alto, el jovencito pidió clemencia pero los atacantes también lo agredieron. Uno de los encapuchados tomó a Reynaldo del cuello, lo montó con fuerza a la tina de una patrulla del distrito VI de la Policía y le allí le propinaron dos culatazos de AK en la cabeza para trasladarlo inconsciente a El Chipote. A Wendell lo asesinaron de un balazo minutos después.
Sobre las 10:40 de la noche, unos amigos de Wendell lo encontraron herido por un impacto de bala en el cráneo, con orificio de entrada en la frente y salida cerca de la oreja izquierda. Fue llevado al hospital Alemán donde falleció a las 00:35 de la madrugada del 23 de junio. La epicrisis extendida en el centro hospitalario refirió como causa de muerte la “destrucción de centros vitales del cerebro”.
#4AñosSinJusticia
“Fue un asesinato cometido por el régimen que tenemos instaurado en este país”, afirma una de sus tías, un año después de la muerte de Wendell. “Estamos haciendo presencia recordando a mi sobrino. Su recuerdo es lo único que jamás podrán quitarnos porque él vivirá en nuestra conciencia y nuestro corazón”, agrega.
“Un beso y un abrazo hasta el cielo para Wendell Francisco Rivera Narváez asesinado por el régimen sandinista, su policía y paramilitares el 23 de junio del 2018. Hoy 19 de mayo estaría cumpliendo y celebrando con su familia 21 años de edad en cambio las huestes malignas me le arrebataron la vida y estas son las cosas que el régimen quiere que celebremos, cuando solo Luto, dolor y tristezas ellos han heredado al pueblo nicaragüense. No hay nada que celebrar, felicidades hijo hasta el cielo donde gozas de la mejor presencia como la de nuestro padre celestial y tu madre hijo mío" (Cornelio Rivera, Papá).
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