Por cualquier ángulo que se mire este régimen sandinista es criminal, ilegal, corrupto, terrorista y narcotraficante. Actúa descaradamente con predeterminación, ventaja, alevosía y venganza en contra de sus opositores, criminalizándolos, juzgándolos y condenándolos con sus injustas y arbitrarias leyes al margen de un estado democrático. Mientras que a otros nos han obligado a permanecer en el Exilio.
La Comunidad Internacional no ha sido efectiva ni fuerte, ni enérgica, en instrumentar una ayuda real y seria para sacar del poder a los usurpadores.
Cuba tiene 63 años de dictadura desde que Fidel Castro tomó el poder. Venezuela cumplió 23 años desde que Hugo Chávez asumió el poder. En Nicaragua hemos sufrido 42 años y meses con esta nefasta narco-dictadura sandinista desgobernando de arriba y de abajo.
El 2018 estableció como fecha el inicio de la caída de este régimen, seguimos y seguiremos luchando por su derrocamiento.
Termino este pequeño escrito con esta frase que me surgió en los difíciles momentos que tuve que pasar en las tétricas cárceles de la dictadura:
"No existen rejas, cadenas y condenas que puedan callar un espíritu libre y libertador".
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